3 cuotas de $26.666,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $80.000,00 |
1 cuota de $80.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $80.000,00 |
2 cuotas de $49.432,00 | Total $98.864,00 | |
9 cuotas de $15.159,11 | Total $136.432,00 | |
12 cuotas de $12.926,67 | Total $155.120,00 | |
24 cuotas de $10.291,00 | Total $246.984,00 |
3 cuotas de $34.442,67 | Total $103.328,00 | |
6 cuotas de $18.908,00 | Total $113.448,00 | |
9 cuotas de $14.148,44 | Total $127.336,00 | |
12 cuotas de $11.587,33 | Total $139.048,00 |
3 cuotas de $34.554,67 | Total $103.664,00 | |
6 cuotas de $20.094,67 | Total $120.568,00 |
18 cuotas de $11.048,00 | Total $198.864,00 |
La prenda ideal para estar cómodo en casa, confeccionada en rústico, 80% poliéster y 20% algodón. La textura que logramos con este tejido es muy similar a la de un buzo viejo, muy muy usado (como ese buzo que no queres tirar).
El postre frutillas con crema es un clásico argentino de la primavera y el verano. Su historia se remonta a la llegada de inmigrantes europeos a fines del siglo XIX, que introdujeron el cultivo de frutillas en zonas como San Pedro, Escobar y La Plata, donde prosperaron gracias al clima.
La crema de leche, vinculada a la tradición tambera de la Provincia de Buenos Aires y Santa Fe, comenzó a popularizarse en confiterías y lecherías a mediados del siglo XX. La unión de ambas fue natural: la frescura ácida de la fruta y la suavidad de la crema lograron un equilibrio perfecto que conquistó las mesas familiares y los menús de restaurantes.
Con el tiempo, se convirtió en un postre icónico, presente tanto en su versión más simple —un plato con frutillas frescas y crema batida— como en variantes con helado, merengue o en tortas. Hoy sigue siendo un símbolo de lo sencillo y delicioso en la cocina argentina.
Esperamos tu compra , muchas gracias